Con la venia de la presidencia.

Compañeras y compañeros legisladores.

Con la finalidad de responder al reclamo social de mejorar la calidad de la educación en nuestro país, durante el sexenio pasado se planteó una reforma educativa que tuvo como objetivos principales los siguientes:

1. Promover la profesionalización de la función docente.

2. La realización de evaluaciones periódicas de todos los componentes del sistema educativo como base para el mejoramiento de la calidad de la educación, garantizando su formación, capacitación y actualización constante.

3. Establecer estándares mínimos de funcionamiento de las escuelas.

4. Mejorar los planes y programas de estudio para adecuarlos a las necesidades de un mundo cada vez más competitivo y en constante cambio.

5. Fortalecer los programas destinados a mejorar las instalaciones escolares y promover la utilización de nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza.

6. Involucrar a los padres de familia y a la sociedad mexicana en la transformación de la educación por medio de consejos de participación.

Por su parte, la reforma propuesta por el Presidente López Obrador pretende, entre otras cosas, lo siguiente:

1. Mantener la evaluación de los trabajadores de la educación, pero desvinculándola de cualquier proceso relativo a su permanencia en el empleo.

2. Reconocer la importancia de las y los maestros como agentes de cambio y contemplar como un derecho su acceso al sistema para la mejora continua de la educación.

3. Incluir la participación de las y los maestros en el sistema de admisión, promoción y reconocimiento de quienes ejercen la función docente, directiva o de supervisión, garantizando que los aspirantes se encuentren en igualdad de condiciones para acceder a una plaza.

4. Dar a la evaluación un enfoque local, atendiendo a las diferencias existentes en cuanto a infraestructura y disposición de recursos entre las diversas regiones de nuestro país.

5. Garantizar por parte del Estado que los materiales, la infraestructura y su mantenimiento sean adecuados para contribuir a los fines de la educación.

6. Fortalecer las escuelas normales, priorizar la educación especial e impulsar la educación indígena, reconociendo el carácter pluricultural de la nación.

7. Establecer el carácter obligatorio de la educación superior.

8. Hacer de la equidad uno de los pilares de la educación pública, entendiendo que sin ésta no puede haber calidad.

Como puede verse, son muchas las coincidencias que existen entre ambas propuestas; es posible distinguir matices en los conceptos utilizados y cambios en las formas para hacer más viable su implementación, pero en el fondo el objetivo es el mismo: mejorar la educación que se imparte en México, de manera tal que ésta represente una auténtica oportunidad de progreso y superación para millones de niños y jóvenes que hoy viven en situación de pobreza.

Independientemente de la posición ideológica de cada quien, existe un incuestionable consenso en que la educación es una herramienta indispensable para acortar la brecha de desigualdad que por décadas ha colocado a nuestra sociedad en un estado de profundo rezago.

Es igualmente amplia la coincidencia en que la educación debe servir para promover, entre otras cosas, la justicia, la equidad, el desarrollo y el crecimiento económico, así como la formación de ciudadanos comprometidos con el cambio y la transformación de México.

Ahora bien, la educación, como un derecho esencial para el desarrollo de las personas, requiere ser de calidad y tenemos la convicción de que sólo se logrará esto a través de mejores escuelas, mejores maestros y mejores contenidos educativos.

Consideramos igualmente importante que nuestro sistema educativo esté sustentado en una pedagogía renovada y transformadora que contemple al magisterio como la pieza clave en la tarea de mejorar efectivamente los procesos de enseñanza y aprendizaje en nuestro país.

En este sentido, en el Partido Verde consideramos a la evaluación como un elemento imprescindible para el mejoramiento de la calidad educativa; la necesidad de la evaluación es indiscutible; los mecanismos y las formas de implementación de la misma es lo que está actualmente a debate y con el decreto que se construyó se van a dar los ajustes necesarios para que ésta funcione adecuadamente.

Coincidimos en que una transformación de la relevancia que tiene la reforma educativa no puede darse sin el concurso de las maestras y los maestros de México, quienes son, a final de cuentas, los ejecutores de la tarea esencial de un Estado democrático de brindar a su población educación de calidad. El Estado y el magisterio deben ir de la mano en la transformación del sistema educativo y no pueden verse como enemigos.

En un país como el nuestro, con más de 30 millones de personas en rezago educativo, la educación no puede ser una bandera política en particular, sino que debe ser un esfuerzo de Estado para lograr que la educación vuelva a ser un factor de transformación y movilidad social para todos.

El Partido Verde va a votar a favor de la reforma educativa porque así lo reclama el interés de los niños y jóvenes de México, el cual debe estar siempre por encima de los intereses personales o de grupo.

Es cuanto, muchas gracias

PARTIDO VERDE