Buenos días, compañeras y compañeros.

Gracias presidenta, en nombre de mi coordinador, el diputado Carlos Alberto Puente Salas y mi vicecoordinador, me permito decirles que en el pasado cuando en existía violencia en el ámbito familiar lo más común era que ésta quedara encubierta y no trascendiera más allá de las puertas del hogar.

Diferentes formas de maltrato eran toleradas y aceptadas socialmente mientras, las víctimas sufrían en silencio y sin atreverse a denunciar sin embargo, en los últimos tiempos ha existido una transformación y se han promulgado leyes específicas que pretenden ofrecer soluciones integrales al programa de violencia, al menos en el marco normativo.

No obstante, a pesar de los avances, esta violencia continúa, representando un problema complejo de abordar y aún más difícil de resolver.

El mundo continúa inmerso en un mundo patriarcal que concede los actos de violencia contra la mujer, no sólo como una forma efectiva de someternos y seguir ejerciendo el poder sobre nosotras, sino también, como algo normal.

El maltrato está relacionado con el control, un control que no se quiere perder y que se transforma en violencia, la cual, puede presentarse en diversas formas y en muchas ocasiones, lamentablemente, llega a causar en la víctima severos daños o incluso, hasta la muerte.

En últimas fechas, han salido a la luz diversos casos de violencia que no había sido conceptualizada, pero que, por sus características, es una de las que más dolor y sufrimiento causa en la víctima, pues afecta a sus seres queridos.

Me refiero a la violencia vicaria, la cual debería describirse como un tipo de violencia especial de las que integran las clases de violencia a las que hace alusión la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

En este sentido, durante los trabajos de este parlamento abierto, de análisis para la dictaminación de las diversas propuestas de reforma a la Ley de Mérito en Materia de Violencia Vicaria, podremos escuchar las opiniones de organizaciones de la sociedad civil, funcionarios, personas expertas en el tema y testimonios de víctimas para coadyuvar a lograr un producto legislativo que permita atender con eficacia este fenómeno.

Se trata de visibilizar un tema que debe abordarse con urgencia, bajo una perspectiva de derechos de género de manera integral y para ello, resultará de gran ayuda las participaciones que aquí se ven, pues a través de de ellas, será posible la construcción de una reforma que en verdad nos permita avanzar en la erradicación de la violencia vicaria, y en la garantía de protección a las mujeres, que hoy, siguen siendo víctimas de violencia y a sus seres queridos.

Quiero reiterar que la construcción de un nuevo marco jurídico ayudará además a erradicar la violencia institucional de la cual, muchas víctimas son objeto. Transformando un sistema que revictimiza y expone a la madre, hijos e hijas a seguir siendo maltratados por el agresor.

El escenario al que queremos llegar es uno que incentive el acceso de las mujeres a una justicia pronta y expedita, que aplique los protocolos para ajustar con perspectiva de género y perspectiva de infancia y adolescencia, ambos emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Destaco el esfuerzo que hoy se está haciendo y estoy segura de que los trabajos del parlamento abierto nos darán los resultados deseados.

No olvidemos que se trata de una violencia que sabemos existe, pero no hemos reconocido suficientemente, pues sólo tres entidades de la República han legislado en la materia, una violencia que cada día deja una huella en las niñas o niños, adolescentes, que son utilizados como instrumento para dañar a su madre y la cual puede ser tan profunda, que terminará afectandolos de por vida.

Sabemos que son muchos los rubros que deben corregirse para poder seguir avanzando hacia un mundo en el que, los hombres y mujeres, aprendamos a convivir y lo hagamos en igualdad y equidad.

La violencia vicaria es definitivamente uno de esos aspectos, necesitamos seguir construyendo un marco normativo y políticas públicas que eviten que la mujer siga siendo víctima de violencia y las agresiones en su contra, ya no queden impunes.

Es cuanto, muchas gracias.