Con la venia de la presidencia.

El poder público en nuestro país, está cambiando, y éstos cambios han llegado al poder judicial. Nuestro sistema de justicia se ha transformado y fortalecido.

Estos cambios derivan de las reformas constitucionales aprobadas, meses atrás, por ambas cámaras del Congreso de la Unión; y que hoy, esta Cámara de Diputados hace la declaratoria de reforma constitucional, pues se ha cumplimentado su proceso legislativo, gracias al apoyo de más de la mitad de los congresos locales.

Son múltiples los beneficios que contiene esta reforma, pero sin duda alguna su mayor cualidad es que refuerza la independencia del Poder Judicial de la Federación, algo indispensable en cualquier democracia.

El fortalecimiento de la independencia del sistema de justicia mexicano, no es algo menor, es algo que debe destacarse y celebrarse.

A los mexicanos nos da tranquilidad, saber que nuestro poder judicial será mucho más moderno, contará con mejor especialización, y que los profesionistas involucrados estarán mejor capacitados. Y que será más cercano y sensible con las personas gracias a las mejoras en las defensorías de oficio.

Aplaudo la creación de la Escuela Judicial, la cual tendrá la responsabilidad de dar al Poder Judicial y al pueblo de México, personas altamente capacitadas y especializadas, lo que sin duda se reflejará en una mejor impartición de justicia.

Únicamente los méritos relacionados al profesionalismo, conocimiento y alta especialización los que definirán el ingreso, permanencia y remoción del personal judicial. Con esto se elimina cualquier duda, que en el pasado, pudo presentarse.

Uno de los grandes resultados que la Escuela Judicial, brindará y llegarán para el bien de todos; es que las sentencias, tendrán un mayor nivel, y cumplirán con los estándares de excelencia y calidad.

Destacaré que el Instituto Federal de Defensoría Pública, se eleve a rango constitucional, lo que se traduce naturalmente en el fortalecimiento de su autonomía; así mismo se protege a los defensores públicos quienes formarán parte de la carrera judicial.

Es decir, que tanto los asesores jurídicos, como el personal encargado de impartir justicia estarán mejor capacitados, y con ello, se garantizará a la población en general, un mejor acceso a la justicia. Esta ya no será un lujo.

También veremos disminuida la brecha de desigualdades entre las personas que por limitaciones económicas no pueden cubrir los honorarios de un abogado, donde sólo por esta sola razón, se ha privado injustamente de la libertad a muchas personas, o bien se les han impuesto sanciones indebidas.

Otro aspecto a destacar, a menos de dos semanas de celebrar el día internacional de la mujer, es que en esta reforma, se adopta la paridad de género como principio de la carrera judicial, y eso lo debemos de destacar.

También, se proporcionan facultades para combatir la corrupción y el nepotismo, se inserta el sistema de Precedentes para que la doctrina constitucional este enmarcada en la labor del resto de los órganos jurisdiccionales del país.

De igual manera se amplía la facultad de promover controversias constitucionales, a los Órganos Constitucionales Autónomos Locales. Entre muchas otras bondades de esta reforma, mismas que nos acercan a un sistema judicial que este verdaderamente al servicio del pueblo.