Con el permiso de la Presidencia.

Compañeras y compañeros diputados:

México es una de las naciones cuya identidad se basa en su riqueza histórica y cultural. Por eso, para su investigación, conservación, protección y difusión, resultó más que necesaria la creación de una institución cuya finalidad fuera fortalecer dicha riqueza en la memoria de la sociedad a la cual pertenece.

Es por ello que hoy, a ochenta años de su creación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia se ubica como una pieza fundamental de nuestra identidad, para conocer nuestro pasado y, con ello, valorar y entender nuestro presente y nuestro futuro.

En este mismo sentido, quisiera citar al doctor Antonio Saborit, actual titular del Museo Nacional de Antropología, quien atinadamente ha señalado que el gran aporte del Instituto en estas ocho décadas de su existencia, ha sido invaluable al brindar a toda la gente (tanto mexicanos como extranjeros), una relación más documentada, crítica, compleja y, sobre todo, apasionada de nuestro pasado.

Y es verdad.

La labor de la institución que hoy honramos con esta sesión solemne, de ninguna manera puede considerarse cosa menor.

Basta decir que el Instituto es responsable de, nada más y nada menos, 110 mil monumentos históricos y 29 mil zonas arqueológicas registradas a lo largo y ancho de todo el país.

Y, por si fuera poco, también cuenta con una red de 120 museos nacionales, regionales, locales, de sitio, comunitarios y metropolitanos, en donde tienen lugar un sin número de exposiciones permanentes que dan cuenta del acontecer histórico de nuestro país.

Pero no solo eso. ¿Qué decir de la importante labor que lleva a cabo para fomentar la investigación? Sí, esa que desarrolla con más de 800 académicos en las áreas de historia, antropología social, arqueología, lingüística, etnohistoria, etnología, antropología física, arquitectura, conservación del patrimonio y restauración.

Por todo ello, nadie puede dudar que el Instituto Nacional de Antropología e Historia se ha convertido en una de las entidades más relevantes e indispensables de nuestro país.

Además, no quisiera dejar de mencionar los acervos donde se resguardan fondos documentales y códices de gran importancia, al igual que la Fototeca y la Fonoteca, que son solo algunos de los elementos que hacen de este Instituto una pieza clave para el fortalecimiento de nuestra identidad y que nos coloca como uno de los países con más riqueza y arraigo cultural e histórico a nivel internacional.

Es por ello que, más que hacer un merecido reconocimiento, lo que debiéramos hacer es un llamado para fortalecerlo, pues parte importante de nuestra historia y cultura, la conocemos gracias a las importantes labores que desempeñan día a día, todas y todos los que forman parte del mismo.

Este fortalecimiento, tal como ya lo señaló Diego Prieto Hernández, Secretario Técnico del propio Instituto, debe ser a través de cuatro vertientes: la educación; el desarrollo; la modernidad de la institución; y el turismo; todos ellos como aspectos que no se pueden disociar de nuestro patrimonio.

Es por todo ello que el Partido Verde externa con mucho orgullo, su reconocimiento por los nobles e importantes trabajos desarrollados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia; pero, sobre todo, refrendamos nuestro compromiso para trabajar, constante y conjuntamente, en su consolidación como un pilar de nuestra nación.

Finalmente, con motivo de los primeros ochenta años de la creación del Instituto, también queremos felicitar a todos aquellos, hombres y mujeres, que han formado parte del mismo y hacemos votos para que continúen con mucho éxito, la noble y tan indispensable labor que han realizado hasta ahora, resguardando el excepcional patrimonio cultural mexicano.

Por su atención, muchas gracias.

PARTIDO VERDE