Nadie de nosotros podemos hacer oídos sordos y hacer que no vemos este deslinde permanente que hay entre ministerios públicos y jueces. El Ministerio Público dice que el juez no valora lo que plantean en sus averiguaciones y en la solicitud de la prisión preventiva, mientras que los jueces señalan que no está debidamente integrado y que no se justifica.

En este deslinde queda en medio el derecho de las víctimas y es la parte que nos queda en el país, en una disyuntiva para reconocer que el derecho y las leyes son variantes que están cambiando constantemente para dar respuesta a la realidad social.

Quizás en otro momento tendríamos que defender a toda costa el tema de la salvaguardia de los derechos humanos y de los compromisos internacionales del país, pero la realidad nos dice que están matando mujeres de manera permanente.

Yo soy de Guanajuato, y esa entidad encabeza la lista de niñas asesinadas. Esas niñas asesinadas necesitan -ellas y sus familias- que sean sometidas a juicios justos y que se alcance el Estado de derecho, que lisa y llanamente tiene que ser la prisión para los agresores.

No basta -como tenemos en la legislación en este momento- sanciones en promedio entre 40 y 60 años. Hay estados que lo tienen en 30 y como máximo los 60 años de prisión, porque si no está el agresor en la cárcel difícilmente podrán complementar una orden de prisión y no habrá justicia para las víctimas.

Efectivamente, el homicidio doloso ya está contemplado como delito grave, pero el feminicidio tiene condiciones de mucho más especificad en la saña con la cual este delito es cometido. No sólo es el homicidio doloso la solución porque entonces estaríamos contribuyendo a invisibilizar el feminicidio.

Si usamos la figura de homicidio doloso para tratar de que la prisión preventiva se lleve a cabo, entonces estamos invisibilizando el feminicidio que es mucho más grave por la saña y por el crimen de odio, que está ahí subyacente contra las mujeres y contra las niñas. Por ello, me parece fundamental que la discusión vaya en esta línea.

El homicidio doloso no puede ser la solución para la prisión preventiva de los asesinatos de mujeres porque entonces estamos invisibilizando lo que se ha luchado por hacer visible, que cuando matan a las mujeres, las violan, las mutiles, las exhiben, el delito tiene un motivo de género y no sólo es un homicidio doloso.

De ahí que estoy muy agradecida con todos los aportes de esta mesa del día de hoy y considero que este análisis sí tiene que llegar a muchos más alcances y a mayor profundidad para no equivocarnos y no esconder el feminicidio tras una figura que ya existe, como es el homicidio doloso, porque estaríamos en contra de los que hemos luchado durante tantos años.

Muchas gracias.